lunes, 23 de julio de 2012

Océano de recuerdos.

Correr...Huir de aquella Fonda, mirar el cielo y notar que gotas de lluvia empiezan a caer para estamparse en el suelo, correr sabiendo aún que el corazón comienza a doler por hacer un esfuerzo mayor, resignarse, suspirar, detenerse en la esquina para dejar pasar los autos, cruzar, mirar a todos con un paraguas, bajar la cabeza, apretar levemente la mochila y caminar para calmar el palpitante corazón que duele y hace que tu oxígeno se corte.
Entrar en aquellos portales para refugiarse, sentir la filipina mojada, suspirar, mirar como el cielo sigue gris, volver a suspirar y decidir entrar a un café, tomar asiento, esperar la carta y contemplar la lluvia.
Decidir que café tomar, mantener la mirada en aquella lluvia que empieza a formar un hueco profundo en el interior, cerrar los ojos y empezar a vagar por aquel océano de los recuerdos, sentir aquella fina lluvia, sentir su mano, sentir su respiración cerca del oído para así recibir aquel beso que fue dado en un jardín, sonreír, abrir los ojos y mirar como la gente busca un refugio para la cruel lluvia que azota contra todo.
Recibir el café, tomar la cuchara y mover constantemente, seguir vagando y sonriendo de vez en cuando...Pronto aquella canción que me destrozó, "En un café" comenzar a recordar aquel doloroso momento de la separación, volver a mirar la lluvia y, sentir como las lágrimas empiezan a rodar por las mejillas, bajar la mirada, cerrar los ojos, sentir como un par de lágrimas caen en la mano derecha, esconder sutilmente el rostro, beber el café, pagar y salir de ese lugar que pronto se torno asfixiante.
Caminar ahora por la lluvia, después de dos largos años de no hacerlo sola, sentir como cada gota se estampa en aquella filipina blanca, mantener el rostro relajado mientras las lágrimas se mezclan con aquel fenómeno natural, comenzar a sentir frío, seguir avanzando, pasar por una tienda y escuchar aquella canción que me hacia sentir tan mal "How deep is your love?" volver a recordar su sonrisa, mantener la misma expresión para que nadie note las lágrimas y el dolor, continuar vagando y recordar cuando aquella llamada recibida en la madrugada causo un descontrol mental, pasar por aquella facultad ahora sin estudiantes, mirar aquel bar y escuchar "And I love her" ¿Acaso era una coincidencia? sentir la filipina mojada, respirar, tocar levemente el pecho y comprobar, sin embargo, no sentir tan siquiera el latido de aquel músculo, llegar a un boulevard donde los recuerdos comienzan a hacerse más profundos, esperar el autobús, detenerlo, subir, ver a la gente, evadir sus miradas, sentarse en el primer asiento, mirar por la ventanilla derecha, limpiarse las lágrimas, sonreír levemente al recordar su rostro suave, mirar aquellas manos, suspirar, cerrar los ojos y sin más...Esperar para llegar a casa.