miércoles, 3 de octubre de 2012

Expresión

Si tan solo pudiera expresarle lo que realmente siento a esa mujer que tiene por sobre-nombre: Mamá, sería realmente feliz.
Aquella mujer que no lleva una buena relación conmigo, que critica mi carácter, mi actitud, que me ve siempre como una persona negativa y sin emoción alguna.
Sin embargo, no conoce mi lado contrario, jamás me ha visto llorar por un hombre, no sabe lo que me hace reír o ser feliz, no sabe cuan cariñosa puedo o pude ser.
No ha tenido curiosidad por saber más sobre mi, por cuestionarme sobre mi vida, estamos tan distantes que cuando menos lo pensé yo ya no estaba en su casa, me encontraba en mi hogar.
Su pequeño "apoyo" fue simplemente abrazarme cuando me sucedió lo peor, acto seguido me regañó y dijo que no era productivo llorar, pues no le devolvería la vida a nadie con solo llorar, al contrario, generaría lastima en la familia y en los vecinos.
La única vez que me vio sonreír plenamente fue cuando gané un concurso, sin embargo se limitó a mirarme, subió el volumen a su televisor y me ignoró, dejándome hablando como loca.
¿Por qué cuando más trato de acercarme a ella, se aleja? Realmente no comprendo, llega un momento en el cual ya no se si realmente me duele o me he acostumbrado.
Solo sé que nuestra relación sigue tan neutra que a veces ya ni se toma la importancia en entrar a mi cuarto para ver si estoy o no...
Yo solo sé que esto no quiero cometer en un futuro, no quisiera ignorar a mis hijos para causarles un daño emocional como él mio...ellos no.
Solo seré feliz por vivir con ella, madre solo una vez se tiene y aunque se comporte así, no quiero perderla.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Simple confesión

Me encontraba apoyada en el barandal, en el cuarto piso, observando como la gente abajo se movía a paso normal, suspiré, miré el cielo, no había nadie a mi lado, simplemente empecé a cerrar los ojos y a recordar todo lo sucedido:
Aquel choque de miradas en el primer día, lo miré, lo ignoré pasados dos segundos y continué cortando cebolla, a las pocas horas estaba limpiando chile ancho, a mi lado aquel compañero que tiempo después me ignoraría en la universidad. Desde ese día todo cambio, hablábamos y comprendí que era igual que yo, mismos gustos, mismas locuras, misma sonrisa un poco psicópata, y después, cuando menos creí, el estaba sujetando mi mano, frente a la catedral, diciendo que mis manos eran suaves y confortables. ¿Cómo pasó?
Sin embargo, cuando me lo decía con aquella melosa voz, no tuve afecto alguno hacia él, simplemente sonreí y entonces, tuve que hacer lo peor: Actuar y fingir que era lindo.
Estaba decidida a poner un alto, a decir que yo no sentía nada, que realmente me hacia reír pero era una risa muy estúpida y cuando tomé el valor, me dí cuenta de que sus labios estaban posados sobre los míos, un reflejo me hizo empujarlo y logré controlarme para no golpearlo y ahogarlo. Sin embargo, sonreí y comencé a hacer uso de un hablar tierno y lleno de sonrisas.
Solo sintiendo nada por él, empezaba a descubrir que era lo que quería y realmente, yo cumpliría mi objetivo, cada día se acercaba a mi, con estúpidos pretextos, con estúpidas bromas, cansada de ello, simplemente lo callé con un beso, un beso más falso que un sentimiento inexistente por él.
-¡Te quiero mucho!-
Aquella palabra proveniente de su boca, dejándome sorprendida, ¿realmente me quería? ¿realmente había caído bajo mis falsas palabras y crueles sonrisas?
Dejé pasar algunos días, y sin más, era demasiado tarde para detenerlo, sus labios contra los míos, mis manos abrazando aquella cintura, pero aún sabiendo que, no sentía nada por él.
-Yo más-logré decir una tarde
-No, yo te amo más-
¿Amar? ¿Disculpa? tardé dos semanas en decir: Yo te quiero más, para que tu digas: Yo te amo más, imbécil tenías que ser.
Aquel día que me dijo: Te amo, pronto se sonrojó y escondió su rostro entre mi cabello.
-No era el momento-
-¿Qué quieres que diga?-sonreí ante tal acción
-Lo siento-
Pasé mis manos por su rostro y besé su frente, sonreí sin que se diera cuenta: Había caído completamente. Aquella sonrisa llena de malicia, que estaba envuelta y bien oculta tras un beso y un abrazo, simplemente no sabía que pensar.
-Debo irme-
-No te vallas-jalé suavemente de su mano
-Lo siento-
Me besó por ultima vez ese día y se fue, lo observé irse, reí, aquella risa juguetona y a la vez tan psicópata, empezaba a salir esa parte cruel mía, y no podía ni quería hacer algo para detenerla.
Al día siguiente, lo ignoré por completo, no hice caso a sus comentarios, no lo miré, simplemente lo ignoré, salí independiente de los demás, caminando hacia casa, logró alcanzarme y abrazarme por detrás.
-Perdóname-dijo en suplica
-¿Qué debo perdonar?-
-El hecho de no ser hombre libre-
-Eso a mi no me importa-
Y era cierto, libre o no, yo no lo quería, sonreí, miró por primera vez mi verdadero ser, miró a través de mis ojos la maldad que podía ocultar.
-¿Qué dolerá más?-dije atrayéndolo hacia mi-¿Un golpe psicológico o uno físico?-lo miré-Dime-
-Golpea mi pecho por favor, pero no me hieras-suplicó
¿Así que...eso quería?
Después de aquello, diario golpeaba su pecho, a tal grado de realmente se quejara, a tal grado de que, su dolor me provocará cierto placer, todo era solucionado con un pequeño beso y un: Cuídate.
Investigué a su chica, dándome cuenta de que, me daba lastima, de que era una necesitada de amor, necesitaba tanto de él que con el simple hecho de decirle que yo salía con el chico que amaba desde hace cinco años, lograría zafarla de sus casillas, lograría un descontrol, lograría tal depresión que no se perdonaría ella misma el haberlo perdido, pero...algo me detuvo, la razón, él...Si él al enterarse de tal acción fuera lo suficientemente listo para darse cuenta de que la que provocó todo había sido yo, me odiaría y se iría antes de la fecha límite, eso realmente no me beneficiaba a mi, no tendría diversión y pasaría más tiempo en casa sin nada que hacer, en cambio con él podía tener un rato de risa, el era mi payaso, aquel que me complacía en mis caprichos sin importarle nada, que lastima que mi amor por él fuera tan falso como mi sonrisa.
El último día, mi indiferencia era más que notoria, por más que traté de sonreír era evidente que, no me importaba si me amaba o no, sin embargo, aquel día, sus "Te amo" parecían tan reales, que sentí una ligera emoción, aquel día me entregó una carta y yo a él también, una carta de la cual tuve que pensar demasiado en las palabras que plasmaría, palabras que se sintieran reales, ese día, lo vi llorar y yo al verlo, simplemente, lo corrí de casa.
Así entré a casa, cerré la puerta, entré a mi habitación, abrí la carta, la leí, quedé en silencio, y un par de lágrimas cayeron sobre el papel, mojándolo y causando que se arrugara, después simplemente doblé la hoja y eché a reír, valla niño estúpido, que había escrito palabras conmovedoras, sin embargo, a mi no me conmovía en lo absoluto, 
No logré decirle la verdad, no logré decirle que mis besos no tenían sentimiento, que mis manos no lograban sentir aquel tacto que él sentía, que mis emociones no habían sido motivadas por nada, que mi indiferencia cada vez aumentaba más, que mi único objetivo era el suyo, que mientras el logró amarme con aquella pasión, yo solo logré probar que tan buena era actuando, logré comprobar que mi falso amor fue creído y que así lo pensará, hasta que lo vuelva a ver y logré darle un golpe final, un golpe que no será físico, un golpe que acabará con él y...conmigo.
Porque siendo tan iguales, a la vez eramos tan contrarios, porque descubrí su debilidad, porque descubrió mi debilidad, cuando llegué el momento de enfrentarnos, ninguno saldrá vivo.

lunes, 23 de julio de 2012

Océano de recuerdos.

Correr...Huir de aquella Fonda, mirar el cielo y notar que gotas de lluvia empiezan a caer para estamparse en el suelo, correr sabiendo aún que el corazón comienza a doler por hacer un esfuerzo mayor, resignarse, suspirar, detenerse en la esquina para dejar pasar los autos, cruzar, mirar a todos con un paraguas, bajar la cabeza, apretar levemente la mochila y caminar para calmar el palpitante corazón que duele y hace que tu oxígeno se corte.
Entrar en aquellos portales para refugiarse, sentir la filipina mojada, suspirar, mirar como el cielo sigue gris, volver a suspirar y decidir entrar a un café, tomar asiento, esperar la carta y contemplar la lluvia.
Decidir que café tomar, mantener la mirada en aquella lluvia que empieza a formar un hueco profundo en el interior, cerrar los ojos y empezar a vagar por aquel océano de los recuerdos, sentir aquella fina lluvia, sentir su mano, sentir su respiración cerca del oído para así recibir aquel beso que fue dado en un jardín, sonreír, abrir los ojos y mirar como la gente busca un refugio para la cruel lluvia que azota contra todo.
Recibir el café, tomar la cuchara y mover constantemente, seguir vagando y sonriendo de vez en cuando...Pronto aquella canción que me destrozó, "En un café" comenzar a recordar aquel doloroso momento de la separación, volver a mirar la lluvia y, sentir como las lágrimas empiezan a rodar por las mejillas, bajar la mirada, cerrar los ojos, sentir como un par de lágrimas caen en la mano derecha, esconder sutilmente el rostro, beber el café, pagar y salir de ese lugar que pronto se torno asfixiante.
Caminar ahora por la lluvia, después de dos largos años de no hacerlo sola, sentir como cada gota se estampa en aquella filipina blanca, mantener el rostro relajado mientras las lágrimas se mezclan con aquel fenómeno natural, comenzar a sentir frío, seguir avanzando, pasar por una tienda y escuchar aquella canción que me hacia sentir tan mal "How deep is your love?" volver a recordar su sonrisa, mantener la misma expresión para que nadie note las lágrimas y el dolor, continuar vagando y recordar cuando aquella llamada recibida en la madrugada causo un descontrol mental, pasar por aquella facultad ahora sin estudiantes, mirar aquel bar y escuchar "And I love her" ¿Acaso era una coincidencia? sentir la filipina mojada, respirar, tocar levemente el pecho y comprobar, sin embargo, no sentir tan siquiera el latido de aquel músculo, llegar a un boulevard donde los recuerdos comienzan a hacerse más profundos, esperar el autobús, detenerlo, subir, ver a la gente, evadir sus miradas, sentarse en el primer asiento, mirar por la ventanilla derecha, limpiarse las lágrimas, sonreír levemente al recordar su rostro suave, mirar aquellas manos, suspirar, cerrar los ojos y sin más...Esperar para llegar a casa.

martes, 5 de junio de 2012

¡Ricardo!


¿Y qué decirte? ¡El tiempo pasa rápido!
¿24 años? ¡Que vida! ¡He pensado en regalarte mi vida! ¡Pero...¿Tendrá sentido?! ¿Cómo lo has de ver? Tal vez regalarte mi vida ahora no tiene sentido, un regalo de vida que no da vida...¿Estaré contigo si lo hago?
Por mi cabeza han pasado cosas que nadie se imagina, lo peor lo he pensado, la desesperación de no estar contigo, el deseo palpitante de querer abrazarte.
Decidí no ir más al aeropuerto, no llegará aquel avión y tu no bajarás de él...
Sin más aún no olvido tu voz, aún me río al recordar cuando te gritaba:
-¡Aléjate estúpido alíen-
Me reía y sin más te abrazaba, aquellos abrazos que me hacían sentir tan cálida, aún cuando colocaste aquel anillo en mi dedo, estando en aquellas posas de agua caliente.
¿Recuerdas la primera vez que me hablaste sobre gastronomía? ¡Valla día! Admito que tenía miedo, bueno, como no temerte, gran autoridad que mostrabas, ¡Que envidia!.
Día a día me dí cuenta de que realmente esto sería para siempre, hasta la fecha digo que estoy a tu lado, que no necesito de alguien más porque tu no te has ido.
Me toman de a loca por defender los únicos recuerdos que hice contigo, me quieren hacer olvidar todo este gran amor que tengo por ti.
Despertar en la noches y ver apenas el resplandor de la luna, suspirar, ver aquella estrella y preguntar:
-¿Será el?-
Dormirme con aquella esperanza de sentir tu cuerpo a mi lado, despertar envuelta en tus brazos, saber que no hay tal acción me desmoraliza hasta el suelo.
¿Seguir cumpliendo aquella promesa que hicimos? ¿Para que ir a Japón si ya no estás? ¿Para que regresar a ese país al cual ya no estarás? Nada tiene sentido.
Y es por eso que pienso en regalar mi vida, pero algo me impide hacerlo...
Tu Recuerdo...
¡Feliz cumpleaños Ricardo! ¡Te amo, no tengas duda de eso!

1O promesas

¿Donde estaba?
Todo era tan...blanco, todo era tan natural, tal pareciera que me encontraba en un cuarto más no era así, sin más conforme seguí caminando un pasto verdoso y lleno de vida comenzó a aparecer, un piso de plana y pulida roca apareció debajo de mis pies, observé todo ¿por qué me parecía conocido ese lugar?
Sin más poco a poco unas rosas marchitas cobraron vida, rojas y brillantes, aquel jardín empezaba a revivir, una pequeña felicidad crecía dentro de mi.
Caminé hasta...perderme, aquel pequeño jardín era más grande de lo que parecía, pero yo ya lo conocía, y entonces...comencé a llorar.
Escuché lejanas voces, haciendo eco.
-1O promesas-se escuchó
-¿1O promesas?-dudé
Pronto, se vieron 3 sombras, me dejé caer, aquel absurdo llanto que yo no podía calmar.
-1O promesas debes cumplir-esa voz
Alcé el rostro y me topé con aquella sonrisa y esa voz.
-Levántate-tomo mis manos-¿Cómo puedes ser descuidada con tu apariencia-
Enjugó mis lágrimas, parecía irreal, mi mejor amigo aún regañandome.
-¡Daniel!-lo abracé, aquel cuerpo tibio estaba abrazándome de igual manera-Te extraño-
-Yo también tonta-
Estaba sin palabras, abrazarlo era como volver a vivir.
-1O promesas-decía
-¿1O promesas?-seguía confundida
De momento apareció el...¿Por qué ahora ya no lo veía con odio?
-1O promesas-sonreía
-¿Joss?-dudaba
-Cuanto tiempo-suspiraba-Cuanto tiempo-
Ambos hermanos se pararon juntos, sonrieron y me miraron, no comprendía nada, sin embargo, era feliz.
-Debes cumplirlas cada una-decía Daniel
-¿Por qué?-
-Es parte de tu vida-
-¿Mi vida?-
-Deja de cuestionar-un Joss sonriente se mostraba ante mi-Cumple-
-No será difícil-
Parada frente a ellos era inmensamente feliz, se escucharon pasos, buscando el origen de esto me topé con su sonrisa.
-¿Te has perdido?-
-¿Ricardo?-dudaba
-¿Qué haces en mi escuela?-
-¿Tu escuela?-miraba todo el jardín
-¿Lo recuerdas ahora?-preguntaba colocándose justo a mi lado y tomando mi mano
Y era como si el contacto de su mano me hiciera recordar como lo conocí, lo feliz que fui con él y ahora, no cabía duda de que lo seguía amando.
-Aquí nos conocimos-me decía sonriendo
-Era un poco despistada-
-Tu despiste fue tal que te atrajo hacia mi-
Reunidos los 4 ¿qué más podía pedir?
Soltó mi mano y se paro a lado de los hermanos.
-Debes hacer 1O promesas-sonreía
-No comprendo eso-
-La primera promesa será; Sonreír siempre aunque te encuentres triste-decía Daniel sonriéndome
-La segunda promesa es; Jamás te rindas-Joss me miraba-Tienes mucho potencial-
-La tercera promesa es importante; No llores nuestra ausencia que estaremos contigo siempre-ambos sonreían
¿Por qué incontables lágrimas comenzaban a caer?
-La cuarta promesa...-Ricardo me miró un poco serió-Cumple tus metas-suspiró-Debes cumplir aquellas metas que te has propuesto-
-Será fácil para ti-decía Daniel
¿Fácil? Yo sentía como si estuviera aún en el suelo suplicando por que algún humano me ayudara a levantarme y sin embargo nadie lo hacia.
-Quinta promesa...-Joss alzaba la mano-No dependas de nadie-
¿Depender de alguien? Solo dependía de ellos, y tal vez era correcto tal vez no, pero solo ellos tres, nadie más.
-La sexta promesa es; Vence tus miedos-Ricardo me miraba con una leve sonrisa-Tu puedes hacerlo, confió en ti-
-La promesa que sigue es exclusivamente de Ricardo-Joss abrazaba a su hermano-La cumplirás-
-Nuestra promesa-me miraba y tomaba mis manos-Superame en cocina-sonreía
¿Superarlo? Si ni yo misma lo había hecho
-¿Por qué?-
-Tómalo como un reto, me habías superado en varias cosas, ahora quiero que me superes en cocina y que no cometas los mismo errores que yo-soltaba mis manos-Tu puedes-
-Octava promesa: Se realista-decía Joss y reía levemente-Creo que eres realista, pero aún así, promesa es promesa-
-Nuestra novena promesa es exclusiva para ti-decía Daniel y me abrazaba-Nunca cambies tu forma de ser, eso te hace única-
Se alejaba de mi, los 3 mirándome y sonriendo.
-La décima promesa es importante para nosotros-hablaba Ricardo-No nos olvides-
¡Aquellas palabras que habían llegado a mi como un ráfaga de aire! ¿Olvidarlos? No lo creo.
-1O promesas hice, 1O promesas cumpliré-
-Tu puedes-me decían animados
Sin más, cuando me di cuenta, me encontraba sola, y todo comenzó a desvanecerse.
Un sueño donde hice 1O promesas que comenzaré a cumplir...

Justo ha pasado un año, donde aún los veo en sueños, aún los puedo sentir, un año donde siento que he muerto y por más que trato de desaparecer, no lo consigo, ahora cumpliré aquellas promesas para poder irme y tal vez...ser de nuevo feliz.

lunes, 7 de mayo de 2012

¡Memories!

Fue tan extraño conocer un nuevo lugar sola, por poco y toco a un cien pies cuando estaba por apoyarme en ese barandal de madera, estaba desconectada del mundo, me dediqué a caminar y a escuchar el ruido del agua golpear con fuerza las rocas, vi una cascada de 3 caídas, pensé en ti, no dude en subir más alto para que la cascada me mojará apenas con su suave brisa, el agua estaba fría, pensé tanto en ti que mis lágrimas se mezclaron con la brisa, contemplé la cascada varias horas, terminé mojada, cuando me dí cuenta estaba lloviendo y eso significaba que era tiempo de regresar a la cabaña para que no ocurriera un deslave, caminé tranquilamente, pensando que estarías a mi lado y entonces me acordé cuando en un sueño me decías que no importaba la distancia, siempre estarías a mi lado.
¿Cómo debía continuar sin ti? Te pensé tanto que admití que preferiría quedarme sola antes de dejarte ir, es imposible que te olvidé, jamás lo haré.
Pienso volver a Hidalgo a esa cascada, pienso enfrentarme a esa cascada termal para superar mi miedo a la oscuridad, espero no gritar y alarmarme.
¿Cuando dejará de ser invierno en mis pensamientos? No lo sé, aún pienso que sigo siendo mala contigo, pero sólo se que el amor que te tuve fue real, fue más allá de lo que creía poder dar...¡Te Amo mi Love!

Para mi mejor amigo: Daniel


Aún recuerdo el olor de tu loción, aún recuerdo como te molestaba, aún recuerdo cuando te conocí...Aún eres mi mejor amigo aunque ya no estés aquí.
¿Jugaremos Mortal Kombat? ¿Seguiremos siendo enemigos en el fut bol? ¿Seguiremos bebiendo toda clase de alcohol hasta perdernos? ¿Qué te puedo decir? Nada.
Eres irreemplazable, intenté jugar M.K con un amigo y salio demasiado absurdo, nadie te supera, ahora que no estás ¿Quien me grita como loco que me despierte? ¿Con quien cantaré "Cuenta hasta 1O" con lágrimas en los ojos? ¿Con quien gastaré mi tiempo entre risas y humor negro? ¿Por qué aún siento que estás aquí? ¿Por qué de momento grito: Daniel, ven aquí y dame un abrazo? Cuando estoy triste busco mi celular y marco tu número, esperando me contestes y digas: ¿A quien le voy a partir su madre? Admito que sin ti, aventé esa playera bicolor y decidí no volver a mirar un partido.
Cada año te hacia un pastel, estaba orgullosa de ti, cada año te daba un regalo y te decía "BFF*" planeaba crear un pastel con velas en forma de cigarros, maldito vicioso, planeaba irme contigo de fiesta y regresar sobre tu espalda.
Nada es igual, ya no sé si realmente quiero seguir diciendo que "Arquitectura lo mejor", sin ti, ni esa carrera vale.
Encontré una pulsera tuya, encontré una libreta con todos nuestros rayones, pero a ti, no logro encontrarte.
Estoy más que orgullosa de decir que ERES y SERÁS mi MEJOR AMIGO PARA SIEMPRE. Como tu, ninguno, y que aún sigo enamorada de nuestra amistas, aquella amistad que comenzó con un: Ven acá niño y juega conmigo. Aquella amistad que simplemente sigue en pie...
Te Amo Daniel...BFF*

jueves, 19 de abril de 2012

¡Gracias por tus ofensas!

-¿Por qué eres tan patética?-
Esa cuestión que ni yo misma podía responderme, ¿ patética? ¿de que forma? ¿cómo lo era? Tan solo tenía 13 años, el había robado lo poco que quedaba de mi inocencia.
Siempre que me decía eso bajaba la mirada y me ponía a pensar en como solucionaría eso, pero, no encontraba  remedio alguno para mi probelama patético.
Seguí pensando por 1 año más, logré ver cada uno de sus movimientos a la casi perfección.
Odiaba que lo retarán, odiaba que lo imitaban, odiaba que quisieran superarlo, tenía un gran ego, lo veía tanto que vi sus errores y entonces caí en cuenta de que estaba con un chico el cual era demasiado cruel conmigo y yo era tan estúpida que no lograba ver eso.
Tantas veces me había hecho esa pregunta que comencé a acumular cierto odio.
-Ahora lo veo todo tan claro-me decía mientras estábamos en el sofá de su casa-El prototipo de mujeres que me gustan son delgadas, tu eras delgada, ¿por qué estás tan gorda? Deberíamos terminar-
Harta de su comportamiento salí sonriente de su casa y entonces aún con esa gordura me fui de Monterrey y regresé a casa, estuve haciendo tanto ejercicio para volver a bajar de peso, planeaba desquitar tantas humillaciones que él me había hecho, era el único hombre que me hacia llorar horas sin haberme golpeado, el estaba en contra de la violencia física, pero como me lastimaba con sus crueles palabras.
Cuando nos volvimos a encontrar 3 años después se sorprendió, noté su drástico comportamiento hacia mi, me miraba, me acechaba como una presa.
-¡Debo darte las gracias!-dije una tarde cuando me encontraba en casa, no había nadie
-¿Por qué?-dio un trago a su bebida
-Porque, gracias a ti conocí al hombre que realmente amo-
-¿Qué estás queriendo decir?-
-Gracias a tus insultos, tu mejor amigo se acercó a mi, me acobijo con su consuelo, enjugó mis lágrimas, me hizo conocer el mundo feliz, me hizo saber que no todos los hombres son iguales-
Después de esas palabras se levantó muy serio y se fue, 3 meses después su prometida lo dejo por otro, ella estaba embarazada y decidió marcharse con el hombre que ella había escogido, él llorando fue a mi casa, era una tarde lluviosa, estaba completamente mojado, lo hice pasara la sala.
-¿Qué sucedió?-me senté frente a él-Ricardo no tarda en venir-miré el reloj
-Me plató-dijo llorando
Recuerdo que sus lágrimas no lograron conmoverme ni un poco, al contrario, sentía tanto placer de verlo así, estaba celebrando en mi interior, esa chica le había hecho pagar lo que me hizo a mi.
-¿Qué quieres que haga?-saqué un poco de jugo de uva-¿Acaso debe importarme?-
Me miró sorprendido, lo miré y sostuvimos la mirada.
-¿Por qué eres así?-dijo atónito-Eres cruel-
-Mira quien lo dice-comencé a reírme-El que me convirtió en esto ahora me dice que soy cruel...¿Te mordiste la lengua?-solté una carcajada de éxito
-Ahora no necesito que te burles-pensó y miró la ventana-Es doloroso-
-¡José!-bebí el resto de mi jugo-¿Por qué eres patético?-
Abrió los ojos de par en par, sus labios temblaron.
-Creo que...Me das lo mismo-comencé a recordar sus crueles palabras-Realmente no me importa si te duele o no, lo tenías merecido-me levanté del sofá-Que tu amarga tristeza logre desvanecerse, que encuentres a una mujer que te ame de verdad...pero por ahora, tu mismo te estas revolcando de dolor, y eso...me da igual-abrí la puerta y entro Ricardo sonriente-¡Los dejo solos!-
Ese día cerré la puerta al ver que Ricardo abrazó a su mejor amigo, caminé por la lluvia sintiéndome feliz y a la vez culpable, ¿qué podía hacer? Lo que había dicho me había dolido a mi también, pero era lo mejor, comprendió que no todo estaría cuando el quisiera y ahora, debo estar agradecida de que sus insultos y sus crueles palabras me afectaron tanto, pero ahora...cuando alguien me dice lo mismo solo puedo reírme y soltar golpes de cruel verdad...

martes, 3 de abril de 2012

Sueño de mi felicidad

¿Donde estaba? ¿Por qué todo era gris y negro? Me encontraba parada en un enorme cuarto color gris, al fondo todo negro, bajé la mirada, tenía puesto aquel vestido de novia improvisado, ¿Por qué lo portaba? Al alzar la mirada lo vi, ahí sentado apoyando sus manos en una mesa de madera blanca, me sonrió, estaba con un traje blanco, corrí hacia él, pude tocar sus manos, aquellas manos cálidas y suaves que hacia tiempo no tocaba, me acerqué a él, lo miré, sonreí, me sonrió y le dí un beso, ese beso que logro hacerme sentir viva aún sabiendo que era un sueño, lo abracé con fuerza, no quería dejarlo, escuché su risa juguetona.
-¡Ve a cambiarte!-dijo con calma
Sin más, salí de ese lugar gris, mi madre esperaba afuera, aún con ese vestido caminé de la mano de ella.
-¡Ve hija!-me decía sonriente-En mi cuarto puedes encontrar todo-
Caminé por un suelo empedrado, mis botas converse blancas me protegían, caminé hasta llegar a un barandal de mármol, inicie subiendo las escaleras de piedra, llegué a una blanca puerta la abrí, todo era muy hermoso, entré al cuarto de mi madre y justo en un gran armario encontré varios vestidos guardados en bolsas de tintorería, sin más me puse un blanco vestido, salí de ahí descalza. ¿Por qué no sentía el frió suelo? ¿Por qué no me dolían las pequeñas piedras enterradas en mis pies? Al llegar de nuevo a ese salón todo era colorido y brillante, lo busqué, caminé ahora por un suelo de pétalos de rosa, el estaba parado con un smoking blanco, aquella sonrisa reluciente, caminé hacia él, ¿Acaso esto era un altar? ¿Acaso cumpliriamos la promesa de casarnos religiosamente? Si eso implicaba que estaríamos más unidos, lo haría, tomé su mano, sentí como la apretaba, lo abracé, alcé la vista y lo bese. ¿Cómo podía sentirlo tan real? Era solo un sueño, aún en sueños derramé lágrimas de felicidad, estaría con él más unida que nunca.
-Te amo-logró decir
-Yo más..Mucho más, Ricardo-dije sonriente
Y entonces, todo comenzó a teñirse de blanco, aún abrazada a él, aún sintiendo la calidez de su cuerpo logre decirle.
-Para siempre-
Y entonces desperté entre lágrimas, pero curiosamente feliz y tranquila...

jueves, 29 de marzo de 2012

Hoy un recuerdo...

Hoy, solo hoy me sentí tan mal desde que amanecí, me vestí mareada y en la escuela mis dolores de cabeza y mareos eran inevitables, hay una razón...
¡Recordé cada maldita palabra que me dijerón aquellas personas el 5 de junio del año pasado!
-Te quedarás sola-decía una chica
Sin saberlo, ya estaba sola
-Deberías cambiar tu actitud-decía un conocido
Sin saberlo, ya había cambiado mi actitud
-Ricardo terminará lejos de ti-mencionó mi amiga
Sin saberlo, el estaba ahora ten lejos que no podía alcanzarlo por más que podía.
Aquel día la mayoria de personas me reclamó sobre mi actitud, me reclamó tanto que aguanté mi dolor, no quería que nadie me viera llorar, decidí no llorar frente a nadie, decidí llorar encerrada en mi cuarto...
Ahora, sigo haciendo lo mismo, no llorar frente a alguien, no quiero mostrar cuan grande sigue siendo mi dolor interno.

jueves, 22 de marzo de 2012

Segundo perfume: Ocean Pacific

Su amistad fue el mejor regalo cuando yo me encontraba aislada del mundo.
Simpatizamos rápidamente, él era una persona alivianada, estaba enamorado de las grandes construcciones modernas, juntos diseñamos nuestros sueños, con él encontré la perfección de hermano, juntos nos íbamos a beber alcohol hasta perder la noción del tiempo, terminabamos bailando disco y rock.
Nuestra amistad fue tan suave, que cuando teníamos peleas terminabamos llorando; me consolaba en mis días de soledad, su tierno mirar y sus palabras sinceras me motivaban a seguir adelante, juntos habíamos prometido cumplir nuestro sueño, si alguien fallaba el otro no continuaría, hasta que el error fuera remendado, se convirtió en mi amor platónico, era tanto mi temor de perder su amistad que lo quise en secreto...
Fue esa amistad un océano pacifico, fue su compañía en mi vida un océano lleno de corrientes marinas.
Ahora cuando huelo ese perfume lo recuerdo tan bien que escucho su voz diciendome: ¡Anda vamos al Rockstalgia!
Me enamoré de nuestra amistad y hasta ahora, sigo diciendo que Daniel fue mi Ocean Pacific...

miércoles, 21 de marzo de 2012

Te extraño mi Love!

Pasó el invierno, tantos recuerdos, no quisiera recordar tantas indiferencias, pero me es imposible.
Veo la ventana esperando estar en ese lugar... ¿Acaso no es tan fuerte lo que siento por ti? Día a día duele más esté vació, y ahora que han pasado los meses me doy cuenta de que estoy envejeciendo lentamente.
Aún cuando salgo con mi familia no puedo evitar decir que ese lugar ya lo conocía porque lo visité contigo, aún no puedo controlar mis pensamientos y decir que sigues vivo. De ninguna manera puedo reconocerlo, no lo asimilo, sigo esperando tu llegada del aeropuerto, pero no es así.
Cuando eran principios de primavera yo te grité que me llevarás lejos, valla rapidez la tuya, logré pasar un buen fin de semana en un lugar lejos de la cuidad, solo para ti y para mi.
Me enseñaste que las frías estaciones terminarían llevándose las tristezas...Entonces ¿Por qué yo aún siento mis pensamientos inundados de pena y tristeza? Eres un gran mentiroso por hacerme creer eso.
A quien engaño, con el simple hecho de recordar cuantas veces me hiciste reír o me hiciste feliz me siento tan bien.
Tantas veces te repetí que eras una persona maravillosa con un gran corazón, eras tan perfecto para mi, simplemente logré descubrí que si me sentía mal podía refugiarme en tus brazos y podía ser consentida con tu comida.
¿Ahora? Pues ahora no tengo ningún refugio, dejo que la tristeza me inundé y nadie me abracé, nadie logra cocinar tan bien como tu, eso es algo que extraño.
Por las noches cierro los ojos anhelando estar en nuestro cuarto, anhelando tener tu cuerpo a mi lado, te extraño y recordarte me hace reír y llorar.
Encontré un pequeño escondite, en el cual refugiarme, pero se que no será permanente y es por eso que ahora lo disfruto para no sentirme tan mal al dejarlo.
Extraño gritar por la casa tu nombre, extraño decirte Love, extraño todo de ti, te extraño mi Love...

lunes, 13 de febrero de 2012

Sayonara, Minho oppa.


Tarareaba una canción, no recuerdo cual, al parecer había despertado porque empezó a gritar, me acerqué a él.

-Buenas noches-bese su frente-Dormilón-

No decía nada, más que gritar, esos gritos masculinos que me hacían feliz.

-¡Vamos!-sonreí-Solo, pagarás lo que me has hecho-

Abrí sus piernas, se encontraba acostado.

-No dolerá-sonreí-Para que veas que soy una novia buena te pondré hielo-

Bajé sus pantalones y sus boxers, en un trapo metí varios hielos y los coloqué en sus genitales, se retorció al sentir el hielo.

-Esperemos sea correcto-pensé-Creo que debo recordar muy bien mis clases de anatomía-

Gritaba, pedía auxilio pero eso era lo que me gustaba.

-¡Anda, cállate!-dije sonriente-¡Será el precio de haberme engañado!-

Fui y le quité el trapo, tomé una rasuradora y eliminé el vello, lo miré tan sonriente que su misma expresión de miedo me hacía feliz.

-¡Dejame! ¡Dejame!-gritaba

Tomé el bisturí e hice una pequeña insición.

-¡Cállate y dejame concentrar!-

Introduje una pinzas y jalé un poco.

-No más sexo-le sonreí-No más-

-Maldita loca-grito-Sueltamé-

-¿Qué?-puse mi mano en mi oreja-No te escucho-

Tomé un frasco, salía sangre.

-¡Por tu culpa tienes un derrame!-lo mire furiosa-Te vas a morir sin que yo lo disfrute-

Me acerqué y le dí un puñetazo, manche su cara con su propia sangre.

-Pagarás esto-

Volví a tirar de la pinza, tan fuerte que comenzarón a sangrar más.

-No me das alternativa-alzé los brazos

Tomé el bisturí y corté cada testículo, el grito tan fuerte que ahora si me ensordeció.

-¡Cállate idiota!-

-Te voy a matar-

-Si, como digas-no le dí importancia-No tendrás sexo en tu vida-dije con el frasco en las manos

Fui a la parte trasera del cuarto y conecté una licuadora, agregué los testículos, llego a parecer una salsa, tomé un embudo.

-¡Anda!-abrí su boca y coloqué el embudo-Bebe tu propio ser-

Vacíe todo el líquido rojo, haciendo una presión en su cuello logre que no lo vomitara.

-¡Tu me aburres, tu amiga fue mejor que tu!-dije jalando una mesa con varias agujas conectadas a sueros-Juguemos a la doctora y el paciente-

Su mirada llena de odio, sus labios con manchas de sangre, y aún vivo.

-Te dolerá un poquito-dije más feliz que nunca

Inserté las agujas en sus brazos, le dí vuelta y le clavé una en la espalda.

-Será divertido-aplaudí

Vi como de los sueros comenzaba a bajar el líquido y llegaba a sus venas.

-Bueno, en lo que se vacía todo, iré a cenar-dije abriendo una puerta-¡Adiós!-

Estuve 2 horas o más tiempo comiendo y viendo la T.V, al regresar y verlo vi que ya casi no había líquido.

-Tengo frío-dijo temblando

-Tienes frío porque casi no tienes sangre-me acerqué a su oído-Estas por morir mi vida-

Me miro, esa mirada que me enamoro.

-Debo decirte adiós mi vida-

Tomé el bisturí e hice una insición en su pecho.

-Lo siento, lo siento-dije ya comenzando a llorar

Comenzó a gritar aún más fuerte, golpeé en sus costillas tan fuerte que escuché como se quebraban.

-Rápido, rápido-dije ya venciéndome ante él-Te amo-grite

Arranqué las agujas y la sangre empezó a salir, tomé un galón pequeño y lo vacié sobre él.

-Tanto te amo que me es mejor matarte-me alejé de él-Sayonara Minho Oppa-grité con odio

Encendí un fósforo y...cayó sobre él, ardió en llamas, lo que tenía el suero era gasolina, todo su cuerpo tenía gasolina, se consumiría por dentro y por fuera, sus gritos de dolor me dolían tanto, caí al suelo, veía como ardía, lloraba y comenzaba a arrepentirme pero el tuvo la culpa, ellos fueron los culpables de mi delito y ahora, estaban muertos, al menos habían pagado justo tal como se lo merecían...

sábado, 11 de febrero de 2012

¡Mi mejor amiga!


Me encontraba frente a ella.

-Sueltamé-gritaba

-Cállate-solté una bofetada-Eres una zorra-

La había amarrado a una cama, en forma de potro, estaba completamente inmovilizada, entre más se moviera, más se apretaban las cuerdas.

Propiné un puñetazo al parecer había roto su nariz, pues comenzó a sangrar tal cual llave de grifo.

-¿Qué sentiste al rozar la sabanas con él?-la miré con odio

-Valla que es bueno-dijo retandome-Tienes a un buen chico-

Me dí vuelta, tenía preparado todo, me coloqué unos guantes y preparé una jeringa, con un contenido amarillento.

-¿Qué es eso?-se alarmo

Me acerqué, tomé su rostro, jale su labio superior e introduje la aguja, presioné un poco y soltó un grito, saqué la aguja y la introduje en el labio inferior, vacié todo el contenido, sus fuertes gritos eran tan placenteros para mi, pedazos de carne caían al suelo.

-Por zorra-grite y reí

La sangre regada en el suelo era escasa, no bastaba, sus lágrimas no lograban conmoverme, podía verle los dientes, parecía que el ácido avanzaba y recorría su cara, pronto se hizo notorio el hueso de la mandíbula.

Coloqué la aguja en una charola, tomé un cuchillo pequeño, me acerqué a ella y jalé su rostro, sus gritos comenzaban a desesperarme, pero...quería disfrutar mi delito.

Estiré su cabello y comencé a cortar la parte principal de la cabeza, sus gritos incrementaron.

-¡Anda!, grita todo lo que quieras, nadie escucha-

Corté toda la piel de su cabeza, desprendí de un tirón de cabello y vi su cráneo.

-¡Que bien!-reí y aventé su cabellera-Esto, es lo mio-

Sus gritos ensordecedores ya me habían puesto de peor humor, volví a cargar la jeringa y la inyecté debajo de sus orejas y de un tirón arranqué la mandíbula.

-Que hermosa te ves-dije riendo

Me acerqué aún más y toqué el fondo de su garganta.

-Valla, ahora ni gritar puedes-me burlé-No se como aún no te mueres caray-

Volví a la mesa, tomé una pinzas para cortar alambre y me acerqué de nuevo, tome su mano.

-Tus malditos dedos lo trocaron-dije mientras cortaba su dedo pulgar e índice-Me das asco-corté el medio y el anular-Sin ellos estas mejor-corté el menique de la mano derecha-Te creía mi amiga!-tomé su otra mano y corté el menique-Eres un traidora-corté el anular y medio-Jamás hubiera confiado en ti-corté el índice y pulgar-¡Ojala disfrutes tu muerte, como yo la estoy disfrutando!-

Valla que tenía valor, no moría, ya no gritaba solo emitía un sonido sordo de su respiración ya fallida, la sangre en el suelo comenzaba a expandirse.

Caminé de nuevo hacia la mesa y tomé un cuchillo puntiagudo, me acerqué, rasgué su blusa y abrí debajo de la costilla.

-Ya me aburriste-sonreí-Será mejor que te vallas, el infierno te llama-

Metí mi mano y subí, toqué sus pulmones, pero no me interesaban, logré tocar su corazón.

-¡Bingo!-le sonreí

Lo apreté y lo arranqué, usé toda mi fuerza para arrancarlo, al fin logre sacarlo y lo contemple.

-Será un excelente desayuno-dije-¡Oh!-me sorprendí-Te has muerto y no logre despedirme de ti...Te amo amiga-

Salí del cuarto con el corazón en la mano.

Y voy contigo cariño mio...voy contigo...

viernes, 13 de enero de 2012

Por favor, no te vallas.

La última noche, apareciste en mis sueños, susurrandome aquellas palabras; 
Acariciabas mi cabello, incluso después de despertar, todo se ve tan claro.
La única prueba esque eras solo un sueño, las lágrimas inevitables en mis ojos.
No, no...Por favor no te vallas, sólo una vez más, abrazame una vez más.
La próxima vez que cierre mis ojos para verte, 
te pediré que te quedes más tiempo abrazándome.
Voy a intentar e intentar, insistir tanto hasta que me abraces mas tiempo.
Te rogaré que no te vallas, que hagas desaparecer mi dolor.
Que acaricies mi cabello hasta que me sienta mejor, 
que prometas jamás irte de mi lado.
Sólo una vez más, abrazame una vez más. 

jueves, 12 de enero de 2012

Primer perfume: Brises de vie

¿Cómo fue? Lo conocí en mi propia casa, eramos muy jóvenes para saber nuestro destino, jugando vídeo-juegos, comiendo helados, tirándolo de la bicicleta me enamoré de él.
Él me hizo conocer el mundo, cuando abrí la puerta a la Experiencia, me enseño la realidad cruelmente.
Lo odie porque ya sabía que lo iba a querer demasiado, su carácter fuerte varias veces me hizo llorar, sus caricias y besos terminando siendo salvajes y llenas de odio.
Con él las primeras convivencias fueron un tanto dolorosas. ¿Nos amamos? Eso ahora lo dudo, en su momento, tal vez porque yo era una novata y apenas tenía idea de este mundo, o simplemente aprendí rápido cada movimiento suyo.
Viví las mejores y peores experiencias, apenas sabía gatear cuando él llego y me vi forzada a correr, tal vez deba reprocharle eso, pero sinceramente estoy muy agradecida, con el viví mis primeras...
Brises de víe.