sábado, 11 de febrero de 2012

¡Mi mejor amiga!


Me encontraba frente a ella.

-Sueltamé-gritaba

-Cállate-solté una bofetada-Eres una zorra-

La había amarrado a una cama, en forma de potro, estaba completamente inmovilizada, entre más se moviera, más se apretaban las cuerdas.

Propiné un puñetazo al parecer había roto su nariz, pues comenzó a sangrar tal cual llave de grifo.

-¿Qué sentiste al rozar la sabanas con él?-la miré con odio

-Valla que es bueno-dijo retandome-Tienes a un buen chico-

Me dí vuelta, tenía preparado todo, me coloqué unos guantes y preparé una jeringa, con un contenido amarillento.

-¿Qué es eso?-se alarmo

Me acerqué, tomé su rostro, jale su labio superior e introduje la aguja, presioné un poco y soltó un grito, saqué la aguja y la introduje en el labio inferior, vacié todo el contenido, sus fuertes gritos eran tan placenteros para mi, pedazos de carne caían al suelo.

-Por zorra-grite y reí

La sangre regada en el suelo era escasa, no bastaba, sus lágrimas no lograban conmoverme, podía verle los dientes, parecía que el ácido avanzaba y recorría su cara, pronto se hizo notorio el hueso de la mandíbula.

Coloqué la aguja en una charola, tomé un cuchillo pequeño, me acerqué a ella y jalé su rostro, sus gritos comenzaban a desesperarme, pero...quería disfrutar mi delito.

Estiré su cabello y comencé a cortar la parte principal de la cabeza, sus gritos incrementaron.

-¡Anda!, grita todo lo que quieras, nadie escucha-

Corté toda la piel de su cabeza, desprendí de un tirón de cabello y vi su cráneo.

-¡Que bien!-reí y aventé su cabellera-Esto, es lo mio-

Sus gritos ensordecedores ya me habían puesto de peor humor, volví a cargar la jeringa y la inyecté debajo de sus orejas y de un tirón arranqué la mandíbula.

-Que hermosa te ves-dije riendo

Me acerqué aún más y toqué el fondo de su garganta.

-Valla, ahora ni gritar puedes-me burlé-No se como aún no te mueres caray-

Volví a la mesa, tomé una pinzas para cortar alambre y me acerqué de nuevo, tome su mano.

-Tus malditos dedos lo trocaron-dije mientras cortaba su dedo pulgar e índice-Me das asco-corté el medio y el anular-Sin ellos estas mejor-corté el menique de la mano derecha-Te creía mi amiga!-tomé su otra mano y corté el menique-Eres un traidora-corté el anular y medio-Jamás hubiera confiado en ti-corté el índice y pulgar-¡Ojala disfrutes tu muerte, como yo la estoy disfrutando!-

Valla que tenía valor, no moría, ya no gritaba solo emitía un sonido sordo de su respiración ya fallida, la sangre en el suelo comenzaba a expandirse.

Caminé de nuevo hacia la mesa y tomé un cuchillo puntiagudo, me acerqué, rasgué su blusa y abrí debajo de la costilla.

-Ya me aburriste-sonreí-Será mejor que te vallas, el infierno te llama-

Metí mi mano y subí, toqué sus pulmones, pero no me interesaban, logré tocar su corazón.

-¡Bingo!-le sonreí

Lo apreté y lo arranqué, usé toda mi fuerza para arrancarlo, al fin logre sacarlo y lo contemple.

-Será un excelente desayuno-dije-¡Oh!-me sorprendí-Te has muerto y no logre despedirme de ti...Te amo amiga-

Salí del cuarto con el corazón en la mano.

Y voy contigo cariño mio...voy contigo...

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