sábado, 30 de julio de 2011

Colores del Corazón.


Ese día, mi corazón se derrumbó en silencio, incluso si grito, destrozada, los recuerdos no se borran; y la oscuridad fluye dentro de mis ojos y me ahogo en el mañana cuyos colores no se ven mas.
He buscado sin descanso el día de la reconciliación, solo por el bien de perderlo, viviré el presente incluso cuando es inútil y estrecha la soledad...Si enciendes la luz, brillaré junto a ellos.
"Los deseos, los sentimientos dolorosos, algún día cambiaran de color" fue lo que me dijo la persona que aún vive dentro de mi corazón.
Porque todo lo que nace de los colores una vez más, lo pintaré con mis manos.
Antes de darme cuenta, me acostumbré a las cosas que perdí, todo lo que sujetaban mis manos, se deslizó a través de mis dedos.
Antes de que mis lágrimas broten, las palabras que deseaba oír, ahora son para salvar a alguien.
"Si la luz se fortalece, la oscuridad será más profunda"
Aunque me de cuenta de eso, no tengo nada que temer, porque los colores nacen al final de cualquier corazón.
Abro mis ojos y descubro que nuestras miradas se cruzan.
El aliento de la tristeza, lo estaba buscando para borrarlo de los colores, sin hacer ni un sonido.
"Los deseos, los sentimientos dolorosos, algún día cambiaran de color" fue lo que me dijo la persona que aún vive dentro de mi corazón.
Porque todo lo que nace de los colores, una vez más, se iluminará con la punta de los dedos.
Solo hazlo...Colores en la luz y la oscuridad
Y tómalo...Colores en la luz y la oscuridad
Y ahora, los suaves colores que no se podían alcanzar, con estas manos, los usaré para pintar y arreglar todo una vez más.

viernes, 29 de julio de 2011

Recuerdos de miel y dolor.

Camine, estaba todo oscuro, sentía el agua caliente en mis pies, el suelo rocoso deforme me hacía tropezar a cada rato sin embargo ahí estaba Ricardo, el estaba a mi lado y tomando mi mano.
-No temas, estas conmigo-
-Tengo miedo-dije respirando rapidamente-La oscuridad me da miedo-
Me abrazo y tiro de la cuerda, seguimos caminando hasta caer en un hoyo no profundo pero si peligroso por tanta roca.
-Estando contigo, no me preocupo-
-Eres lo mas preciado en mi vida-
Caminamos de nuevo, el agua se ponía mas caliente y con mas corriente, la profundidad comenzaba a darme miedo y la tensa cuerda no era mi salida.
-Salgamos de aquí-
-Ya casi llegamos-
Seguimos el camino dentro de esa cueva hasta llegar a una salida,se podía observar todo desde arriba
-Increible-dije alegre
-Valio la pena el miedo-me abrazo
-No me abraces tonto Ricardo-refunfuñe
-Despues de todo...Eres mi novia-
-¿Novia?-dije en voz baja-Eso no importa-lo miré-No me abraces estupido Ricardo alien-
Me abrazo con mas fuerza y beso mi frente
-Me alegra tener una novia así-
Me sonroje y baje la cara, observe el paraiso y todo lo que habíamos caminado.
Pero todo eso cambio. Ese recuerdo miel de hace un año es diferente.
Regrese a esa cueva, la cascada tenía menos fuerza y fue facil introducirme en ella, sería facil llegar a la salida...Entre con miedo y temblando, camine a oscuras y encendí mi lampara que coloqué en mi frente, camine pero pronto el aire comenzo a desvanecerse, comenze a sofocarme y caí en las rocas, se me incrustarón en las piernas y manos.
Un mareo llego repentinamente tumbandome de nuevo
-Ricardo-grite-Ricardo ¿Donde estás?-
Me comenzo a faltar en aire y tirando de la cuerda regrese por donde había entrado, el agua fría de la cascada caía en mis hombros mientras que mis lagrimas se las llevaba el río.
-Regresa-dijo mi padre-Vamonos, recuerda que tienes Lygofobia y si no sales de ahí puedes tener un ataque-
Camine hacia el con la tristeza de no poder subir y ver aquella vista que ví con el que fue la primera persona en hacerme cambiar de actitud.

martes, 19 de julio de 2011

Mi infierno hecho realidad 2

En mis sueños ví a Ricardo alejarse de mi, corrí sin lograr alcanzarlo y entonces me senté en el pasto a esperarlo....
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Aún era primavera, yo estaba buscando una nueva escuela, no me convenía estudiar en una universidad así, un guardia abrío la puerta de cristal y entré a la gran escuela, caminé por el jardín y cuando me dí cuenta me había perdido.
-¿Necesitas ayuda?-dijo un chico
-Creo que...me perdí-reí timida-¿Sabes donde está la oficina del modulo de información?-
-Te acompaño yo soy encargado de el modulo-
Me sonrojé un poco, era extraño que su amabilidad no me molestará, caminamos callados hacia la oficina hasta que su voz interrumpio.
-¿Te gusta la escuela?-dijo comico
-Supongo-dije confundida-Si no me gustara, no estaría aquí-
-¿Cómo te llamas?-
-Elizabeth-
-Mucho gusto, soy Ricardo-sonrio mostrando unos oyuelos-Y estaré encantado de mostrarte todo-
-Gracias-
Al llegar al modulo me dío la información, me explico como eran los planes de estudio y me mostro los laboratorios.
-Bien, vendré mañana-dije sonrojada-Hasta luego-
-Te esperaré-sonrio
Era algo irreal, mi corazón latía fuertemente, tal vez el era así con todas las egresadas, el era guapo y ademas sonreia ante todo, era contagiosa esa felicidad, fuí feliz.
Al día siguiente al bajar del auto el estaba parado en la puerta.
-¡Hola Eli!-dijo alegre
-Hola-
-Bien...ven ve, te mostraré algo-dijo jalandome la mano
-¿A donde?-
-Tu sigueme-
Caminamos y llegamos al jardín trasero donde se encontraba repleto de rosas de distintos colores.
-Esto es hermoso-dije
-Es un poquito de todo lo que te espera-
-¿Osea?-
-Está escuela será pequeña, pero tiene diferentes jardines así-sonrio-Tu los debes descubrir-
-Si dices-dije sarcastica
-Oye, no seas grocera-
-Bueno, yo los descubriré luego, pero pues ahora vamos a que me sigas mostrando la escuela-
-Que amargada-
-Un poco-
Ese día que me llevo a conocer el jardín fue algo especial, pero no me convenía seguir con esto que solo me estaba consumiendo de algo desconocido.

domingo, 17 de julio de 2011

Diario de una amante llena de pasión y veneno.

¿Esperar? No podía hacerlo, mi corazón latía rápidamente, no sabía porque pasaba, simplemente el hecho de estar frente a el provocaba esto, no era buena con las practicas y menos lo era en el amor. En lo laboral el era un compañero de equipo y no creo que se llegara a florecer un romance, simplemente eramos compañeros, yo enamorada de el y el de mi mejor amiga. ¿Qué planeara alguna estrategia? Si, esa era una buena solución, nadie me había ganado, aunque el territorio del amor no lo había tocado nunca, lo haría si ella se alejaba de el.
¿Está bien ir con un escote provocador? NO, mejor ir como el lo desea. En el camino mi amiga y yo tomábamos el mismo camino, ahí ella se encontraba con su novio, lo tenía planeado todo.
Una tarde ella se quedo con mi chico, yo aproveché esto y me adelante, ahí vi a su novio
-Ella no vendrá, me dijo que tu te podrías marchar-dije con serenidad
-¿Donde está?-
-Con...-vacile-mi novio-puse cara triste-Ellos nos engañan-
-¿Qué?-
-Así es...te llevaré a comprobarlo-
Caminamos de regreso a la escuela y al entrar ella estaba pegada al cuerpo de el, se estaban abrazando y el olía su cabello perfumado con jabón barato
-Eres una zorra-grito el y me miro-Zorra, eso es ella-
Sus ojos se llenaron de lágrimas, salio y me fui tras el...Ella trato de alcanzarlo pero el la empujo tan fuerte que la tiro.
-Es tu culpa Javier-le grité-Por tu culpa el la terminó y humilló de la peor forma, eres un idiota-
Salí caminando con esa felicidad placentera, ahora que la traidora había sido descubierta y que había perdido, era mi turno de disfrutar mi premio.
En las practicas trataba de acercarme y así poco a poco fue cayendo en mi trampa.
Pronto el se olvido de esa que era mi amiga, ella sufría y lloraba por su novio y su novio eran tan mio como lo era Javier.
Nunca se dieron cuenta de ese triángulo de amantes hasta que ella me descubrió besando a su ex novio y yo, por el temor de ser delatada tuve que asesinarla sin compasión.
Javier fue mio hasta que me trato de culpar sobre la muerte de ella y tuve que castigarlo con el dolor y la muerte, lo quería pero no arriesgaría mi vida por un hombre así.
El novio trato de limitarme ante mis actos y llegando al punto de apuñalarme por la espalda me vi forzada a encerrarlo en una jaula dentro de una casa abandonada, la soledad y los animales que había ahí lo fueron consumiendo hasta desaparecerlo.
Y yo, una mujer con caprichos y gustos seductores, sigo libre y sin ninguna culpa.

Mi infierno hecho realidad

-¿Quien eres?
-No lo sé
-¿Por qué estás aquí?
-No lo sé
Aparté la mirada de esa persona y mire por la ventana, pero era inútil, el sol era opaco, las nubes comenzaban a juntarse para crear la lluvia.
-Sabemos que...tu....y el-guardó silencio-el murió
-¿Sabemos?-me confundí-O será que tu eres la única metiche aquí?
-Por favor, no lo dificultes
-Cállate, el...el está vivo-comencé a gritar-Lo juro, el vive, el no murió, el sigue aquí-grite aún mas-Saquenme de aquí, necesito encontrar a mi esposo
-El murió Elizabeth
-No-grite-Dejenme salir, debo buscarlo
-Tranquila, el está muerto
-Que no-grite y la empuje-Me largo
Corrí hacia la puerta, al abrirla dos chicos de blanco me sujetarón, sentí un pellizco en mi brazo
-Tranquila
Seguida de estas palabras...me deje arrastrar, no tenía la fuerza suficiente para salir de ahí, pensaba que era fácil, los chicos me llevaron varios pisos abajo, hasta llegar a un cuarto oscuro y con apenas un orificio por donde atravesaba la luz.
-Estarás aquí, hasta que aprendas a no ser violenta
-Pudrete-alcancé a decir
Cerraron la puerta y sin fuerza alguna me quede ahí en el frío suelo de cemento, se escuchaba la caída del agua y ruidos de ratas, cerré los ojos y me acordé de su sonrisa
-Ricardo-comencé a llorar-Ayudame, sacame de aquí
Mi pesado cuerpo me impedía moverme, no podía respirar bien y entonces me quede dormida.
Al abrir mis ojos, no sabía cuanto tiempo había pasado, se veía la luz pero solo eso, me moví y me arrinconé, al tocar la pared escuche el chillido de una rata, grite y me pare en la puerta, comencé a golpearla
-Saquenme, saquenme-
Pero nadie abría, las patadas tal vez funcionarían, mis pies estaban desnudos y golpeando una puerta de metal, esto dolería mucho, me cansé de haber gritado y golpeado, quería salir, correr pero no podía, me volví a acostar cerca de la puerta y en susurros hable.
-Ya basta...ya no me castiguen así-
Las lágrimas eran mi opción ante el dolor mental. No comprendía porque me habían hecho esto mis padres si días antes me habían dicho que me amaban. El dolor físico se presentó ¿horas? después, sentía calientes las manos y pies, mi garganta estaba hinchada, mis lágrimas se consumian al tocar el suelo, mi cuerpo no soportaría mas, mi corazón quería dar sus últimos latidos y entonces...cerré los ojos y dormí.