domingo, 17 de julio de 2011

Diario de una amante llena de pasión y veneno.

¿Esperar? No podía hacerlo, mi corazón latía rápidamente, no sabía porque pasaba, simplemente el hecho de estar frente a el provocaba esto, no era buena con las practicas y menos lo era en el amor. En lo laboral el era un compañero de equipo y no creo que se llegara a florecer un romance, simplemente eramos compañeros, yo enamorada de el y el de mi mejor amiga. ¿Qué planeara alguna estrategia? Si, esa era una buena solución, nadie me había ganado, aunque el territorio del amor no lo había tocado nunca, lo haría si ella se alejaba de el.
¿Está bien ir con un escote provocador? NO, mejor ir como el lo desea. En el camino mi amiga y yo tomábamos el mismo camino, ahí ella se encontraba con su novio, lo tenía planeado todo.
Una tarde ella se quedo con mi chico, yo aproveché esto y me adelante, ahí vi a su novio
-Ella no vendrá, me dijo que tu te podrías marchar-dije con serenidad
-¿Donde está?-
-Con...-vacile-mi novio-puse cara triste-Ellos nos engañan-
-¿Qué?-
-Así es...te llevaré a comprobarlo-
Caminamos de regreso a la escuela y al entrar ella estaba pegada al cuerpo de el, se estaban abrazando y el olía su cabello perfumado con jabón barato
-Eres una zorra-grito el y me miro-Zorra, eso es ella-
Sus ojos se llenaron de lágrimas, salio y me fui tras el...Ella trato de alcanzarlo pero el la empujo tan fuerte que la tiro.
-Es tu culpa Javier-le grité-Por tu culpa el la terminó y humilló de la peor forma, eres un idiota-
Salí caminando con esa felicidad placentera, ahora que la traidora había sido descubierta y que había perdido, era mi turno de disfrutar mi premio.
En las practicas trataba de acercarme y así poco a poco fue cayendo en mi trampa.
Pronto el se olvido de esa que era mi amiga, ella sufría y lloraba por su novio y su novio eran tan mio como lo era Javier.
Nunca se dieron cuenta de ese triángulo de amantes hasta que ella me descubrió besando a su ex novio y yo, por el temor de ser delatada tuve que asesinarla sin compasión.
Javier fue mio hasta que me trato de culpar sobre la muerte de ella y tuve que castigarlo con el dolor y la muerte, lo quería pero no arriesgaría mi vida por un hombre así.
El novio trato de limitarme ante mis actos y llegando al punto de apuñalarme por la espalda me vi forzada a encerrarlo en una jaula dentro de una casa abandonada, la soledad y los animales que había ahí lo fueron consumiendo hasta desaparecerlo.
Y yo, una mujer con caprichos y gustos seductores, sigo libre y sin ninguna culpa.

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