domingo, 4 de diciembre de 2011

Nueva vida, misma muerte.


La oscuridad de lo que parecía una carretera no me hacía sentir mal, me encontraba en el asiento del copiloto, observando la carretera, a mi lado estaba manejando un hombre al cual no vi su rostro detalladamente, nos detuvimos frente a unas casas, su iluminación exterior me bastaba para ver el suelo lleno de tierra y piedras, pero en ese momento caí y comencé a convulsionar, algo malo pasaba.
Pude observarme, estaba tirada y mis bruscos movimientos indicaban una fuerte convulsión, eso podía llevarme a la muerte, no podía moverme, me observaba convulsionar y al parecer no hacia nada la persona que estaba en el auto.
¿Donde estaba?
¿Por qué había yo regresado a mi cuerpo?
Sentía las piedras lastimar mis piernas, fui arrastrada hasta una fosa, la fría tierra caía en mis piernas. Seguía viva, ¿no me veía? estaba tratando de moverme pero mi cuerpo no respondía, el hombre puso su mano sobre mi pecho.
-Está muerta-dijo serio y tomando una pala
¿Muerta? pero si podía escucharlo ¿Cómo era posible?
Salí de mi cuerpo y observé mi tumba, completamente llena de tierra, ¿qué era eso? era mi mano, mis dedos de asomaban por el gran bulto de tierra, los tapó con mas tierra y se levantó, caminé hacia el siguiéndolo, pero desapareció de mi vista.
-Que forma tan más cobarde de asesinarnos-decía un chico que de la nada apareció
-¿Me puedes ver?
-Estamos muertos-dijo sin problema-Anda, sube al auto-
Subí a un coche, atrás se encontraba una mujer joven junto con su hijo, me senté en el copiloto y el chico arranco el auto, observe mi tumba por ultima vez.
-No volveré jamás-toqué el vidrio con las yemas-Prometo no volver a ser la misma jamás-
Seguíamos en carretera y todo se volvió oscuridad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario