jueves, 27 de octubre de 2011

Memorias de Midori.

-Midori-susurro una voz a mi oído-Midori, despierta, ya es de día-me movió ligeramente de la cama-Anda despierta, las pozas nos esperan-beso mi cabello-Anda-
Me moví con pereza y giré hacia el, tenía aún los ojos cerrados y sonreí algo forzada.
-Duermete, tengo sueño-jalé las sabanas
-No, vamos a nadar-
Abrí un ojo y lo mire, me sonrió y me jalo de mi brazo.
-¡Vamos!-dijo dando un brinco de la cama a el suelo-Anda, te espero afuera-
Corrió y cerro la puerta, me levanté y entre a ducharme, me puse el traje de baño y salí, esperaba sentado en la terraza, tenía una botella de agua y un plato de manzana con chile en polvo.
-Vamos-dije sonriente
-Si, vamos, vamos-
Me tomó de la mano y corrimos hacia las pozas, quedaban escaleras abajo de la cabaña donde nos encontrábamos, corrimos hasta encontrar una completamente vacía, se lanzo como niño pequeño y me salpico.
-¡Estan calientes!-dijo riendo-¡Entra!-
Me metí y lo empuje hacía el chorro de agua caliente, se quedo bajo el un buen rato, me sumergí y salí dándole la espalda, me recargué en el barandal y miré el río que se veía tan lejano y cristalino como si fuera de un cuento.
-¿Cuando iremos a la cueva?-dije curiosa-Quiero ir-
-Mañana...nos quedan 2 días aquí, disfrutalos-
-Ricardo...-me volteé-¿Eres feliz conmigo?-dudé
No hizo gesto alguno y desapareció en el agua. Me quedé mirando el lugar que ahora estaba vacío, mi garganta comenzaba a crear un nudo, ¿esa era la respuesta?, me traté de calmar y respiré hondo. Me dí vuelta y volví a mirar el lejano río. Sentí sus brazos en mis hombros y su respiración en mi oído.
-Soy tan feliz contigo...que no quisiera dejarte nunca-
Me emocioné, me dí vuelta lentamente, miré sus ojos profundos.
-¿Encerio?-
-Bastante encerio-me beso
-¿No me mientes?-
-No miento Midori...no miento-
Sonreí y le abracé
-¿Por qué Midori?-dije curiosa
-Porque leí un libro el cual Midori es una chica curiosa y con ánimos muy alegres y sobretodo por ser la gran salvación del protagonista-me beso la frente-Te cortaste el cabello como ella, eso me gusta aún más-
-¿Encerio?-dije-¿Te gusta corto?-
-Bastante...me gustas con cabello corto ó largo-
-Seré tu Midori-
-Promete que para siempre-
-Para siempre-dije sentándome en el escalón-Para siempre Ricardo-
Se sentó a mi lado y recargo su cabeza en mi hombro.
-Isa...se mi esposa-
-¿Qué?-me asombre
-Tengo una sorpresa para ti-se levanto y alzo la mano a alguien que no veía yo, no tardó para que llegará un chico con una charola de rosas, la ofreció a él y tomó un anillo.
-¿Te gustaría ser mi vida entera?-dijo colocándomelo en el dedo anular.
-Yo...yo-las emociones mezcladas no me permitían hablar, comencé a llorar y a reír lo abracé y bese-Me encantaría...acepto, acepto-grité
Estaba tan feliz de comenzar algo nuevo, una nueva etapa con él, la persona que amo hasta la fecha.
Ese día comprendí que la vida es mejor cuando la compartes con alguien que amas.
En noviembre la boda por lo civil se realizó y mi felicidad duró sólo 1 año.

Estaba sentada frente al espejo, no podía ver muy bien, dejé caer el libro y las tijeras pasaron a cortar parte de mi cabello, el cabello cayó al suelo, lo miré, sonreí y corte el otro extremo del cabello.
-¿Estás?-dije sin recibir respuesta-Soy Midori, regresé, como te gusta, lo hice para ti-
Todo se nublo y caí al suelo perdiendo el conocimiento.

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