sábado, 29 de octubre de 2011

Perturbadores recuerdos de una infancia olvidada.


Mamá me sugería dormir en el cuarto de huéspedes, tenía una litera y una cama matrimonial, me gustaba acostarme en la cama de arriba, encendía la lampara, subía, ponía una canción y cerraba los ojos, así era mi rutina en el invierno. Cada año era lo mismo, tenía una pequeña grabadora donde ponía mis discos preferidos...las baladas en ingles me gustaban. Cumplí 11 años y el caos en mi comenzó, una noche le conté a mamá del porqué despertaba en las escaleras y vestida, mirando la gran ventana por la cual el amanecer se asomaba.

Era una mujer delgada y hermosa, portaba siempre un vestido rojo muy entallado, si mi memoria no es tan mala tenía alrededor de 35 años, esos labios rojos siempre sonreían mostrando la blancura de sus dientes, cada temporada invernal me veía, me levantaba y decía que el amanecer se acercaba, que no había tiempo, me ayudaba a vestir, le gustaba verme con vestidos de grandes olanes y encajes, me ponía una diadema y salíamos del cuarto.

-Tengo sed-le decía-Quiero agua-

-Tranquila, esperame sentada y no te muevas, regreso enseguida-decía soltando mi mano-voy por tu agua-

Al tocar mis manos las dejaba heladas y no se podían calentar, se iba para ya no regresar hasta la noche siguiente.

Deje de verla el año en que cumplí 11 años, estuve 1 año en una clínica psiquiatrica y mi memoria fue borrada.

El invierno de hace 1 año me encontraba acostada en la cama inferior de la litera, me levante y me metí a bañar, cuando salí me dirigí a mi cuarto personal, me mire al espejo y me empezé a peinar el cabello, fue entonces que me dí cuenta de algo; el espejo la ventana desnuda asomaba algo, algo blanco.

Miré con atención por el espejo hasta que vi aquellos ojos huecos y profundos, mi sangre se heló por completo, deje de peinarme, no podía moverme, no podía respirar bien, el sudor y nerviosismo se hizo presente, cerré los ojos y volteé hacia la salida, vi el altar religioso de mi mamá y quise correr hacia el, mi mirada automaticamente regreso hacia el espejo, ahí seguía esa cosa pequeña y de ojos huecos.

Ese día dormí dando la espalda a el espejo y la ventana, me dormí con audifonos y las luces encendidas, lo olvidé 2 semanas después.

Me encontraba ya dormida en la litera cuando trate de moverme, más no podía, sentía una presión bajo mis pies y en mis hombros, me estaba sumiendo, la cama me estaba tragando, traté de respirar pero se me complicada, no podía abrir los ojos y un frío aire soplo mi cara, fue el momento de miedo más grande que pude haber sentido, cuando al fin pude abrirlos lo vi, tenía la estatura de un niño pero era totalmente blanco, su nariz triangular y esos ojos huecos me aterraron, quise moverme, gritar, respirar, pero no podía, sentí el alma en un hilo, la cosa se me acerco y con una voz de eco menciono:

-Mamá desapareció-

Sentí la presión aún mas fuerte en mi pecho, tal parecía que una persona estaba sobre mi para asfixiarme, estiré mi brazo y traté de tocarlo, esté apenas toco mis dedos y de inmediato se helaron.

-Mamá está aquí-dije apenas por la falta de respiración-Fue por un vaso de agua-

No sabía que expresión había puesto, no podía quitarle la vista de esos hoyos que tenía en los ojos, lo triangular y lo blanco me parecía irreales, pero ahí estaban. Sentí de nuevo ere aire frío sobre mi cara y una presión en el pecho, me estaba matando...Traté de respirar pero me era imposible.

-Tu la has desaparecido-dijo de nuevo con esa voz de eco-Tú-

Dejé de respirar y comencé a gemir, pronto...Dejé de ser yo.

3 comentarios:

  1. HOLA IIZA, MUY INTERESANTE TU BLOG. YO ANDO DIFUNDIENDO LOS MIOS, SI GUSTAS EN VISITARLOS, SON LOS SIGUIENTES: http://epucci.blogspot.com/ ; http://emapucci.wordpress.com/

    ResponderEliminar
  2. HOLA ISABEL, MUCHAS GRACIAS POR VISITAR MI BLOG, ESPERO QUE TE HALLA GUSTADO. SALUDOS =)

    ResponderEliminar